jueves, 4 de agosto de 2011

No le encuentro el sentido a un funeral. No quiero que la gente se reúna a llorar por mí. Quiero que se sienten a recordar anécdotas, comentar momentos y revivir historias. Que se rían a carcajadas, y se sientan felices por todos los momentos vividos. No quiero estar en la misma habitación que la gente, no quiero ceremonia. Me quiero ir tranquila, no quiero lágrimas. Quiero vivir después de la muerte, que con los años, mis amigos recuerden mi nombre, y sientan que falto en momentos importantes. No por ser especial, si no por haberme marcado aunque sea un lugar en sus vidas. Si logro eso, puedo decir que vivir valió la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario